Los científicos están pidiendo que se implementen protecciones ambientales de espacio para explicar el número creciente de lanzamientos de satélites. A medida que se lanzan más satélites, el problema de los escombros del espacio se pone peor y peor, y los científicos han advertido que esto podría tener consecuencias a largo plazo para la investigación científica y el bienestar de las personas en el suelo.
La Agencia Espacial Europea (ESA) también emitió recientemente un informe sobre los escombros espaciales, mencionando que el número creciente de lanzamientos de satélites, especialmente las constelaciones satelitales en órbita de baja tierra como StarLink de Spacex, está creando un impacto insostenible en el entorno espacial. Según la ESA, hay más de 30,000 piezas de escombros de espacio que se han registrado en órbita alrededor de nuestro planeta, y de acuerdo con los modelos, podría haber más de un millón de objetos de más de 1 centímetro de tamaño.
En su documento, en la revista Nature Astronomy, el Grupo de Investigadores advirtió que la acumulación de basura en órbita, como los satélites que ya no trabajan ni descartaron los refuerzos de cohetes, afectarán una amplia gama de campos. Además de los satélites que interfieren con la investigación de la astronomía, la cantidad creciente de basura interferirá con lo que llaman "acceso público a las estrellas", el derecho de la gente común para mirar hacia arriba y ver un cielo nocturno no contado. Esto se aplica a ambos astrónomos aficionados, los muchos grupos de pueblos indígenas para los cuales el cielo nocturno es una parte importante de su cultura, y todos los que simplemente desean disfrutar de la visión de las estrellas anteriores.
Uno de los principales problemas de los escombros espaciales es que, sin acciones serias tomadas pronto, el problema continuará empeorando debido a las colisiones. Cuando dos satélites chocan, crean miles de escombros que se manchan a través de sus órbitas, y estos escombros pueden crear aún más colisiones. El peligro final es que podríamos verte afectado por "Síndrome de Kessler", en el que hay tanta chatarra en órbita que las colisiones en cascada hacen que sea difícil o incluso imposible lanzar cualquier otra misiones espacial.
Los investigadores argumentan que debemos considerar el espacio a través de la misma lente del ecologismo que usamos para la Tierra, y tomar medidas para protegerlo. "Confiamos en el entorno espacial orbital al mirarlo, así como al trabajar dentro de él", escriben. "Por lo tanto, deberíamos considerar daños a la astronomía profesional, el stargazing público y la importancia cultural del cielo, así como la sostenibilidad de la actividad comercial, cívica y militar en el espacio".
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